Wednesday, October 8, 2008

Regresar

He vuelto a calar,
y aun no comprendo el primer viento que me dejó aquí-
sé que una vez llegó, sentí que era irremediable partir con él.
Así lo hice.
Y mientras me encontraba envuelta en un torbellino de voces,
falló la histeria, y me dejé caer.
Caer...caí.
Ahora, estoy aquí-sin voces.
Aquí sin lamentos,
ni euforia,
ni cólera,
ni nostalgia.
Aquí he caído, en la sombra de lo voracidad del intento del vuelo.

***
Tal vez soy yo. después de todo, la lágrima latente que se limita al vacío. Es insólito que después de tanto tiempo, este sentimiento arrogante [que conste que ya sea con maripososas, o corazones, o caravelas y diablitos, siempre se presta para el deseo] yo [y enfatizo: YO] me encuentre en esta pequeña carretera sin salida, rodeada por rocas y mar.

Regreso a la madrugada del viernes.
Regreso a la lluvia y a las olas que nos roceaban.
Regreso a los latidos.
Regreso a la incoherencia,
pero, no regreso a vos.

Ya lo sé, o por lo menos, eso imagino: que la fe basada en palabras cortas y tan efímeras como la espuma visitante y los colmillos invasores no han de prevalecer.

...No.
En esta historia, lo que vale es el impulso.
Un minuto más tarde, y el momento ya se fué.
Por ello, hay que caer y calar,
pues fuera de esta circumferencia rocosa y mojoda ya no existes.



Thursday, September 4, 2008

Hoy

Antes que hoy han habido otros días como éste-a menos como este momento. El aire acondionador me hace feliz y los rayos de luz que divagan por entre las ramas y las hojas de los árboles acaban de aparecer por primera vez esta mañana.

No creo que pueda mantener un sincretismo fuerte con la realidad [hoy]. Me pregunto si alguna vez lo he hecho por completo y me niego a creer que sí. A través de estos ojos vagos todo es hermoso, pero todo lo es siempre y cuando no lo piense.

[...es algo que ocurre dentro]. Deseo escribir, pero no puedo. Se limita tanto mi vocablo como mi memoria y al fin, sólo puedo pensar.
No pensar las cosas, simplemente pensar...
Pensar y ser...ser y dejar...
Extraño cosas que [hoy] no puedo describir.
Lo sé cuando me aprieta el pecho.
Lo sé cuando soy la única que sonrie.
Lo entiendo cuando miro hacia abajo
y siento que los párpados se hunden.